Diferencias entre carne roja y carne blanca para la salud
La carne es una parte esencial de nuestras comidas. Aunque comamos legumbres, verduras o comida rápida, siempre incorporamos la carne de una forma u otra. Al menos 8 de cada 10 personas incluyen cárnicos en su dieta. Pero no todos son iguales, así que hoy vamos a ver las diferencias entre carne roja y carne blanca.
Como ingerimos carne casi todos los días, debemos ser conscientes de sus pros y contras y también de la diferenciación que existe. Eso ayudará a que podamos tomar decisiones saludables sobre nuestras comidas. En referencia a esto, es cierto que en España comemos más carne de la recomendada. La Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria coinciden en que la cantidad máxima no debería superar los 500 gramos a la semana.
¿En qué se diferencian la carne roja y la carne blanca?
La diferencia entre carne y roja no es científica, más bien una invención humana para diferenciarlas en base a su color. Este depende de una sustancia llamada mioglobina, una proteína que da color rojo a los músculos. Así, las rojas corresponderían a la vaca, el cerdo, la ternera o los corderos, mientras que las blancas corresponderían al conejo, pollo, pavo y pescado, principalmente.
Definida esa característica, ¿qué diferencias hay entre la carnes roja y blanca? Para empezar, la roja tiene un mayor contenido en grasa, de manera que puede provocar obesidad más fácilmente. Mientras el pollo tiene menos de un 15%, el cerdo llega hasta el 45%.
Además de tener más grasas, lo peor de la carne roja es que estas son saturadas (en una proporción de casi 3 veces más). Por ello, también pueden provocar índices más altos de colesterol. En relación con todo esto, las carnes rojas también tienen más calorías que las blancas.
Por otro lado, también tienen más proteínas, por lo que, si buscas este aporte, su consumo está más recomendado. Si bien es cierto que, de modo general, se puede decir que los españoles ya consumimos más proteínas de las que necesitamos.
A nivel nutritivo también existen diferencias entre la carne roja y la blanca. La primera tiene un valor más alto, aportando vitamina B, hierro, creatina, zinc, fósforo y ácido alfa lipoico. La blanca es menos nutritiva, aunque cabe resaltar el valor de los ácidos grasos Omega-3 que aporta el pescado.
En cuanto a las enfermedades asociadas, se sabe que el consumo de carne roja aumenta los riesgos de padecer cáncer, especialmente los colorrectales, de mama, de próstata y de páncreas. También puede influir en la aparición de enfermedades cardiovasculares, hipertensión e incluso la artritis.