Día Mundial del Agua. La huella hídrica de tu compra de alimentos
El próximo 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, que no solo busca recordar la importancia de este líquido esencial, sino también concienciar sobre la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para atajarla. Este año, desde Naciones Unidas, se pretende poner en valor el significado del agua para las personas y resaltar la importancia de proteger y compartir mejor este recurso. El incremento poblacional, las crecientes demandas de la agricultura y la industria, y el impacto del cambio climático amenazan los recursos hídricos del planeta. ¿Sabías que la industria alimentaria es la responsable del 70% del consumo mundial de agua dulce? La cantidad que consumimos las personas en nuestro día a día (10%) representa una parte mínima del gasto total. La huella hídrica es un buen indicador para actuar y tomar medidas que nos ayuden a la adquisición de hábitos más sostenibles.
De acuerdo con los datos de Water Footprint Network, España es el octavo país del mundo y el segundo de Europa con mayor huella hídrica (casi duplica la media mundial). Preocupante, ¿no crees? Los procesos productivos, especialmente los agrícolas, representan el 80% del total de gasto de agua. Por tanto, sería conveniente revisar las pautas de consumo para tratar de minimizar su efecto sobre los recursos hídricos. En Gadis, tenemos un compromiso firme con la reducción del impacto ambiental de nuestras acciones y queremos ayudarte a ti también a mitigarlo. Teniendo en cuenta que la industria alimentaria consume la mayor parte de los recursos hídricos, hoy vamos a hablarte de la huella hídrica de tu compra para darte algunas pistas sobre cómo reducirla.
¿Qué es la huella hídrica?
El concepto de huella hídrica surgió para calcular toda el agua utilizada en la cadena de suministro de un producto. Es decir, realiza una estimación de la cantidad de agua dulce empleada en la producción de los bienes y servicios que consumimos. El cálculo tiene en cuenta el agua incorporada al producto, pero también otros indicadores como la que se ha contaminado, la que se ha devuelto a otra cuenca o al mar e, incluso, la evaporada en todos los procesos. Así, permite cuantificar todos los impactos relacionados.
Se habla de tres tipos de indicadores de huella hídrica en función del origen del agua:
● Huella hídrica verde, la que se corresponde con el agua que procede directamente de lluvia o nieve y que se almacena en el suelo.
● Huella hídrica azul, agua que procede de fuentes naturales o artificiales mediante infraestructuras o instalaciones operadas por el hombre.
● Huella hídrica gris, agua contaminada en los procesos de producción que, posteriormente, es necesario diluir para cumplir con las normativas sectoriales.
La huella hídrica de tu compra
Es evidente que nuestros hábitos alimentarios tienen una gran repercusión en la salud del planeta y tu cesta de la compra puede resultar más o menos sostenible en función de tu dieta. La cantidad de agua necesaria para cultivar y elaborar los alimentos varía de unos a otros. Por ejemplo, según la Fundación Aquae, para producir un kilo de ternera, se necesitan 15.400 litros de agua; para obtener medio kilo de mantequilla, 2.700 litros; y para una sola hamburguesa, 2.400 litros. En lo que respecta a legumbres y cereales, el arroz es el alimento que requiere más agua (1.700 litros para medio kilo). Para obtener medio kilo de trigo, se necesitan 500 litros y, para medio kilo de lentejas, 25 litros. Entre las frutas y las hortalizas, una manzana necesita 70 litros de agua; una naranja, 50 litros; una patata, 25 litros; y una lechuga o un tomate, 13 litros de agua. Estos son solo algunos ejemplos. Puedes calcular la huella hídrica de los alimentos que consumes con la calculadora de la Fundación.
Es importante tomar conciencia de la cantidad de agua que se necesita para la producción de los alimentos si quieres reducir tu huella hídrica y que tu cesta de la compra esté adaptada a ella. Pero no solo has de tener en cuenta la producción del producto, sino también el ciclo de vida completo. ¿Por qué? Porque, según un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid, el desperdicio de alimentos en los hogares españoles genera una huella hídrica de más de 130 litros por persona y día. Por tanto, la planificación de tu compra será clave.
¿Cómo reducir la huella hídrica de tu cesta de la compra?
De acuerdo con los expertos, las dietas mediterránea y atlántica contribuyen a lograr una menor huella hídrica en los hogares gracias a que se basan en alimentos cuya producción requiere menos agua (pescado, fruta y verdura). En realidad, cualquier dieta equilibrada y saludable debería ayudarte a mitigar el impacto, pero aquí te dejamos algunos consejos para ayudarte:
– Reducir el desperdicio alimentario. La semana pasada te ofrecimos algunas ideas de recetas para lograrlo.
– Consume más vegetales y menos carne. Se necesitan muchos más litros de agua para producir un kilo de carne que para cultivar un kilo de cualquier verdura o legumbre.
– Apuesta por el consumo de productos de cercanía. Se eliminan los desplazamientos y se reduce la huella hídrica.
– Apoya la agricultura sostenible, cuyas técnicas reducen el consumo de agua dulce.
– Piensa en cómo vas a cocinar los alimentos para evitar consumir cantidades de agua innecesarias.
Como ves, pequeños cambios en la cesta de la compra pueden tener un gran impacto en tu huella hídrica y no solo estarás cuidando de la salud del planeta, sino también de la tuya propia 😉.