Consejos para hacer la compra en verano
Las temperaturas estivales y el cambio de rutinas suponen un reto para la organización de la despensa y de la lista de la compra. En esta época del año, el riesgo de que se estropeen los alimentos es mayor y es importante planificar los menús, organizar la compra y almacenar correctamente los alimentos. ¿Sabías que el desperdicio alimentario aumenta en verano? De acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, durante estos meses, se observa una tendencia al incremento de desperdicio de alimentos en 3 de cada 4 hogares españoles y se arroja a la basura un 35,8 % más de platos cocinados que en otoño e invierno. Las vacaciones y el mayor tiempo de ocio complican la gestión de los alimentos. Por eso, hay que tomar más precauciones para conservar bien la comida y evitar tirarla. En Gadis queremos ayudarte con algunos consejos para hacer la compra en verano y también para que los productos no se estropeen en las semanas más calurosas. ¡Sigue leyendo!
El desperdicio alimentario
El desperdicio alimentario es un problema global que se produce en todas las estaciones del año, pero que aumenta en verano. Además del impacto económico que supone, también tiene consecuencias medioambientales. Según las estimaciones de la ONU, está asociado a entre el 8% y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. En España, la tasa de desperdicio es del 3,8%, es decir, ese es el porcentaje de alimentos y bebidas que se desecha del total que se compran para su consumo dentro y fuera de los hogares. A la espera de la aprobación definitiva y la entrada en vigor de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, hay que tomar conciencia de que los hogares tienen una gran responsabilidad y que pequeñas modificaciones en nuestros hábitos cotidianos pueden ayudar a combatirlo. ¡¿Qué mejor momento para ponerlo en práctica que este verano?!
Consejos para hacer la compra en verano
Una de las principales fuentes del desperdicio estival es que no regulamos y calculamos bien las cantidades. Muchas veces, seguimos manteniendo las mismas rutinas de compra que en invierno y los alimentos se estropean antes de que los consumamos. Por una parte, nos surgen más planes improvisados y escapadas de última hora. Por otra parte, los cambios de hábitos no se reflejan en la compra y no ajustamos las cantidades de alimentos frescos que metemos en la cesta a las circunstancias. Entre esa pequeña desorganización y cualquier despiste que deje fuera de la nevera algún producto, el desperdicio se dispara. Además, los platos veraniegos suelen ser más frescos y, en consecuencia, más difíciles de conservar. Por ejemplo, una ensalada no puede guardarse en la nevera para el día siguiente. Aquí te dejamos nuestros consejos para tu compra veraniega:
Antes de ir a la compra
– Revisa la nevera antes de elaborar la lista de la compra para ajustar las cantidades a las necesidades reales.
– Ten en cuenta los posibles planes que pueden surgir para evitar comprar productos que no vas a tener tiempo de consumir.
– Planifica los menús para no comprar más de lo que vas a utilizar.
– No vayas a la compra en las horas centrales del día, cuando hace más calor, porque será más complicado mantener la cadena de frío.
– Lleva bolsas isotérmicas para guardar los alimentos congelados y refrigerados.
En el supermercado
– Haz compras más pequeñas. Es mejor tener que volver a visitarnos que tirar algo a la basura 😉.
– Mete primero en la cesta o en el carro los productos no refrigerados, después los frescos y, por último, los congelados. Esa es la manera de no romper la cadena de frío.
– Lee las etiquetas y fíjate en la fecha de consumo antes de meter el producto en la cesta.
– Compra productos de temporada e intenta consumirlos por orden de compra.
– No compres fruta demasiado madura si no vas a consumirla de inmediato.
– Ten en cuenta que los alimentos más vulnerables en verano son los huevos, la carne, el pescado y el marisco. Ajusta las cantidades al máximo y extrema el cuidado de las condiciones de conservación.
Al volver de la compra
– Extrema la limpieza y la higiene en la cocina para evitar la contaminación cruzada y la proliferación de microorganismos.
– No sobrecargues la nevera.
– Mantén la temperatura de la nevera a 5 ºC o menos para evitar el crecimiento de microorganismos.
– Ordena tu nevera. Las recomendaciones sugieren esta colocación de arriba a abajo:
– Alimentos cocinados o listos para el consumo.
– Carnes y pescados crudos.
– Frutas y verduras (cajón).
– Al llegar del supermercado, coloca primero los alimentos que vayan al congelador y después los de la nevera.
– Coloca al fondo los alimentos que tardan más tiempo en caducar y delante aquellos que tengan una fecha de consumo preferente más próxima para que estén a la vista.
– Revisa la nevera con frecuencia para evitar que se estropee algún producto que no está tan a la vista.
– Congela cualquier alimento si no lo puedes consumir pronto. Si el alimento está cocinado, hazlo lo antes posible y etiqueta el recipiente con la fecha.
– Almacena los alimentos en recipientes cerrados, separando los crudos de los cocinados.
– No utilices los mismos utensilios (cuchillos, tablas de cortar…) para alimentos crudos y para alimentos ya cocinados.
– No descongeles los alimentos a temperatura ambiente, sino en la parte baja del frigorífico.
– Lava las frutas y las hortalizas bien, sobre todo si las vas a comer crudas.
– Al cocinar, asegúrate de que los alimentos no queden crudos en su interior, especialmente la carne, los huevos y el pescado.
¿Y tú? ¿Tienes algún truco para hacer la compra en verano? ¡Cuéntanos!