8 beneficios y propiedades nutricionales de la zanahoria cocida
Las zanahorias son un alimento realmente saludable. Están llenas de vitamina A y son fuente de antioxidantes. En la cocina, son también un gran aliado, porque casan con una amplia variedad de recetas. Mucha gente se pregunta si es mejor comerlas crudas o cocinadas, y para ayudarte en caso de que tengas la misma duda, vamos a ver las propiedades nutricionales de la zanahoria cocida.
De entrada, lo más importante es destacar que no es un elemento decisivo. Con las verduras siempre te aseguras bocados nutritivos y deliciosos, independientemente de cómo las cocines. Es imprescindible que estén presentes diariamente en tu dieta. En Gadis te ayudamos a conseguirlo con amplias zonas de productos frescos en todos nuestros supermercados.
¿Son las zanahorias cocidas más nutritivas?
Es habitual pensar que las verduras son más sanas si se comen crudas. Para la mayoría de ellas, es cierto, aunque existen excepciones y la zanahoria es una de ellas. El motivo es que cocinarlas de forma prolongada a ebullición ayuda a potenciar la presencia de carotenoides y vitamina A.
Estos son realmente importantes para el cuerpo. Entre sus beneficios, se encuentran la prevención de cataratas en los ojos, hipermetropía, miopía, astigmatismo, sensibilidad a la luz solar, etc.
Valor nutricional de la zanahoria por 100 g
Información nutricional general
Elemento | Por 100 g |
Energía | 40 kcal |
Proteínas | 0.9 g |
Grasas | 0.2 g |
Hidratos de carbono | 7.3 g |
Fibra | 2.9 g |
Agua | 88.7 g |
Aporte de vitaminas y minerales de la zanahoria cocida
Las zanahorias son una alta fuente de aporte de vitaminas. Entre las que destacan la vitamina A y B, fundamentales para ayudar a que nuestro sistema inmunitario se mantenga fuerte. Por cada 100 gramos de zanahoria, se encuentran 5’9mg de vitamina C, 0’1mg de vitamina B6, 0’3mg de hierro, 33mg de calcio y 12mg de magnesio.
8 beneficios y propiedades de las zanahorias
Por supuesto, el principal beneficio por el que es conocida la zanahoria es por mejorar la salud de los ojos. Pero hay muchos más.
1. Ayuda a controlar el colesterol
La zanahoria es un regulador natural del colesterol. Como no lo contiene, ayuda a reducir su presencia en el organismo, además de su alta densidad en fibra dietética, la cual favorece la expulsión de ácidos biliares que contribuyen a reducir el exceso de colesterol. Gracias a ella, se limpia el tracto gastrointestinal y se favorece la expulsión mediante heces del colesterol.
Es especialmente importante tener en cuenta que, mientras que la zanahoria contribuye a la eliminación del colesterol malo (LDL), también favorece la aparición del colesterol bueno (HDL). Gracias a esto, el riesgo de padecer dolencias como, por ejemplo, obstrucciones vasculares, hígado graso o problemas cerebrovasculares se reduce.
2. Tiene propiedades antioxidantes
Otro de los principales beneficios de esta hortaliza es que es un alimento rico en antioxidantes betacarotenos (precursores de vitamina A) que ayudan a neutralizar los radicales libres, así como a prevenir el estrés oxidativo. De este modo, tu cuerpo funciona de un modo más eficaz y, por supuesto, más sano. Esto es especialmente cierto en lo relativo al cáncer, la diabetes tipo 2, el Alzheimer y la demencia, ya que hay estudios que demuestran que la acumulación de radicales libres está relacionada con un mayor riesgo a padecer estas enfermedades.
Además, las zanahorias también contienen luteína, la cual contribuye a la ralentización de problemas degenerativos ligados al envejecimiento y al mantenimiento de la vista. Por su parte, los poliacetilenos ayudan a controlar la aparición de tumores y de células malignas, mientras que las antocianinas previenen la aparición de algunas enfermedades de curso crónico.
3. Contribuye al control de la diabetes
La zanahoria es un alimento ideal para reducir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 porque su fibra dietética ayuda enormemente a controlar los niveles de azúcar en sangre, haciendo que la glucosa se asimile con rapidez en el intestino. Gracias a esto, se podrán controlar las subidas repentinas de azúcar en sangre.
Con todo, si ya eres diabético tipo 2, este alimento también es para ti, ya que te ayuda a mantener a raya tu índice glucémico, contribuyendo a la reducción de la resistencia a la insulina.
4. Fortalece tus huesos
La vitamina K de la zanahoria, la cual se encuentra de forma abundante, ayuda a mantener los huesos fuertes, disminuyendo el riesgo de sufrir fracturas, así como es fundamental para que los huesos puedan absorber el calcio satisfactoriamente.
Además de facilitar la absorción del calcio, las zanahorias también poseen calcio y fósforo, los cuales, en conjunto ayudan a fortalecer la estructura ósea y a facilitar un correcto desarrollo de los huesos. Además, junto con la vitamina K contribuyen disminuir el riesgo de padecer enfermedades óseas como, por ejemplo, la osteoporosis.
5. Controla el sistema gastrointestinal
La fibra soluble e insoluble que contienen las zanahorias ayuda a fortalecer la microbiota y a facilitar las digestiones, así como también permiten reducir el riesgo de ciertas enfermedades.
- La fibra soluble más abundante es la pectina y ayuda a prevenir el estreñimiento al mejorar el tránsito intestinal.
- La fibra insoluble, como la lignina y la hemicelulosa, también ayudan a disminuir el estreñimiento al dotar de una mayor regularidad a tu tránsito intestinal.
En general, la fibra fermentada es utilizada por la microbiota como fuente de energía, lo que ayuda a mantener en equilibro las bacterias buenas. También ayuda a mantener el sistema digestivo robusto al favorecer la defensa inmunológica y un consumo diario de fibra previene tipos de cáncer como el colorrectal.
6. Ayuda a mantener la salud del corazón
Su contenido rico en fibra, antioxidantes y potasio convierte las zanahorias en alimentos ideales para controlar la salud de tu corazón.
- La fibra contribuye a mantener a raya los niveles de lípidos en sangre.
- Los antioxidantes ayudan a proteger el tejido cardiovascular de los daños oxidativos.
- El potasio ayuda a reducir la presión arterial elevada debido a que es un vasodilatador natural. También ayuda a expulsar líquidos y a deshacerse del exceso de sodio que afecta a la presión arterial.
Además, gracias a estos elementos, las zanahorias también ayudan a prevenir eventos cerebrovasculares, problemas vasculares crónicos y la aparición de enfermedades severas.
7. Mejora el sistema inmunitario
El alto contenido en vitamina C, vitamina A y antioxidantes hacen de estar hortaliza una elección indispensable para cuidar el sistema inmunológico.
En particular, la vitamina A ayuda a aumentarla síntesis de linfocitos T que ayudarán a mantener tu cuerpo sano ante enfermedades. La vitamina C es la pieza fundamental que ayuda a incrementar la inmunidad y las defensas en tanto que no solo mejora el funcionamiento de las células inmunes de tu cuerpo, sino que también promueve la creación de nuevas. Gracias a esto, disminuye el riesgo de padecer infecciones, gripes y catarros.
Los antioxidantes contribuyen a disminuir la aparición de enfermedades severas, tumores o procesos malignos en tu cuerpo ya que ayudan a combatir los radicales libres.
8. Ayuda a mantener la línea
La fibra, los nutrientes y el porcentaje de agua de las zanahorias la convierten en un alimento casi obligatorio en cualquier dieta de mantenimiento o de disminución de peso en tanto que ayudan a alcanzar una mayor sensación de saciedad que otros alimentos. En consecuencia, la ingesta de calorías al día será menor.
Además, el hecho de que casi el 90% de esta hortaliza sea agua hace que la sensación de saciedad se produzca sin necesidad de incrementar la ingesta calórica.
Contraindicaciones de las zanahorias
A pesar de que las zanahorias son un alimento muy saludable, también es cierto que, en ocasiones, puede haber algunas contraindicaciones como las que te vamos a contar a continuación.
1. Pueden producir alergia
Las personas alérgicas al polen deben tener cuidado con su ingesta de zanahoria, en tanto que contiene proteínas similares a las de algunos tipos de polen y, por lo tanto, su ingesta puede provocar una alergia de reactividad cruzada. Esto sucede porque el organismo lo confunde con polen real y reacciona en consecuencia. De hecho, se estima que hasta el 25% de las personas que presentan alergia al polen pueden sufrir esta alergia, en concreto si el polen de abedul o de artemisa les afecta negativamente.
2. Diursesis
Uno de los efectos que puede comportar la zanahoria en el organismo es el del incremento de la diuresis, es decir, de la cantidad de veces que vamos a orinar. Esto puede suceder especialmente si se consumen grandes cantidades de esta hortaliza.
3. Piel amarillenta
De nuevo, un consumo excesivo de zanahoria puede terminar por generar cierta coloración amarilla en la piel debido al elevado consumo de betacarotenos. Si esto nos sucede, lo único que tendremos que hacer para deshacernos de esta molesta coloración es reducir el consumo de esta hortaliza.
4. Contaminación de las aguas y los suelos
Este aspecto en sí no es una contraindicación de las zahanorias per se, pero sucede que, en ocasiones, las aguas y los suelos donde son cultivadas presentan metales pesados que pueden llegar a contaminar las zanahorias.
Sin embargo, en Gadis sometemos todos nuestros productos a un riguroso control de calidad con el objetivo último de vender tan solo los productos más aptos para el consumo, por lo que puedes estar tranquilo/a.
Consejos para introducir la zanahoria cocida en tu dieta
Dos de las formas más sencillas de beneficiarte de las propiedades nutricionales de la zanahoria cocida, introduciéndolas en tu dieta es en estas dos recetas.
Por un lado, podemos consumir la zanahoria cocida en ensalada; lo único que hay que hacer es lavar y pelar la zanahoria, cortarla en rodajas y cocerla. El tiempo de cocción dependerá de la textura que quieras que tenga tu hortaliza. Después, sólo tendrás que añadirle un chorrito de aceite de oliva y si quieres, aderezarlo con vinagre de manzana y perejil.
Otra de las recetas más habituales en las que nos podemos encontrar la zanahoria cocida, es en puré. Se puede hacer todo tipos de puré, añadiéndole patatas, calabacín… Pero para seguir la línea de color de este alimento, te recomendamos que pruebes el puré de zanahoria y calabaza; ya que además de contener vitaminas y saciar, es un puré bajo en calorías.
Así que ya sabes, aprovecha las vitaminas y nutrientes de la zanahoria cocida y empieza a disfrutar de ella en tus comidas y cenas.
Consulta información sobre otros alimentos en nuestro blog, como, por ejemplo, las habas, los rábanos rojos, el aceite de sésamo, las nueces, la remolacha y las sardinas en lata.
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